
En la web encontramos un texto de Julia Schulz-Domburg, que describe la experiencia buscada:
" Para cada principio, existe un final previsto, para cada comienzo, una meta proyectada. Sin embargo pasamos la mayor parte de nuestro tiempo entre estos dos puntos de referencia fijos: de camino a alguna parte, haciendo algo o acercándonos a alguien. En contra posición al carácter finito de un principio o un final, el camino hacia una meta buscada, sea esta un lugar o una condición, implica un movimiento continuo y persistente. Con independencia de su ritmo y dirección, dicho movimiento crea una condición de flujo permanente que fusiona la percepción del tiempo y del espacio. El resultado es un estado de transición sucesiva.
Un pasaje no es distinto de una visita guiada que ofrece una ruta concreta o una vista especifica de la travesía. La perseverancia resuelta de la persona que emprende el viaje añade una cualidad ritual al pasaje. Algunos de estos viajes hacen del acto de moverse su objetivo último, mientras que otros cuentan con el poder de la memoria y la asociación para evocar una lectura más compleja de esa travesía. Algunos conectan una serie de lugares o acontecimientos deseables, mientas que otros requerirán un cambio mínimo de escala o ángulo de visión para ofrecer una vista nueva de lo conocido.
Un viaje puede medirse por la distancia recorrida, la energía invertida en finalizarlo o el tiempo empleado. Sin embargo, un pasaje no solo implica dimensiones físicas y temporales, sino que nos expone a experiencias nuevas y nos invita a reflexionar"
Arte y Arquitectura: nuevas afinidades
Julia Schulz-Domburg / GG
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