martes, 9 de noviembre de 2010

Reflexión sobre la "Guía Michelín". Gabriel Velasco Blanco, Grupo 1.11

Primeramente, es de notable relevancia mencionar que todos tenemos debilidades y nos atraen ciertas cosas, según cada persona. Esas debilidades, para mi, son como pequeños huecos que no se han rellenado aún con experiencias y vivencias que nos hagan superarlas, por asi decirlo. Podemos llevar la arquitectura a este campo de debilidades.
La "Guía Michelín" de la que nos habla Xavier Sust es un cúmulo de debilidades arquitectónicas comunes , por decirlo de algún modo. Digo que son comunes porque se tratan de edificios, lugares, monumentos, y más, que tienen la capacidad de sorprendernos a todos, o a casi todos. Sust nos dice también, que en esa guía sólo deben aparecer edificios antiguos, pero yo creo que no tiene por qué. La mayor o menor magnitud de sorpresa que nos puede producir un edificio no tiene como base únicamente una edad y/o una larga historia, puede impactarnos también debido a una estética particular o a un simbolismo especial...En definitiva, algo que haga destacar a ese edificio.
Ese "algo que haga destacar a ese edificio" es lo que le lleva a alguien a añadir dicho edificio en su guía turística y es, precisamente también, lo que intenta criticar mediante una ironía Xavier Sust, aunque sólo se refiera a antiguas arquitecturas.
Creo que una forma de superar esas "debilidades", como las he llamado antes, es estudiando arquitectura. Como aprendiz en éste campo del arte, empiezo a darme cuenta de que hay muchas más cosas a tener en cuenta a la hora de ver una arquitectura y sé, que hay infinidad más por conocer. Es como dar un paso más que esas personas que sólo ven en un edificio, como por ejemplo, La Sagrada Familia, una serie de formas extravagantes y llamativas. Se trata de un edificio en el que se intenta adoptar un nuevo lenguaje arquitectónico, con un estudio previo de la naturaleza por parte del arquitecto, en este caso, Gaudí. Esa influencia de la naturaleza se plasma en la obra a través de formas parabólicas, hiperbólicas, helicoidales...
Esas diferentes formas de entender los edificios son las que diferencian la visión superficial de alguien no involucrado o comprometido con la arquitectura y la de otra persona que si lo está. En mi opinión, la guía de visitas Michelín, no es más que un sarcasmo que le sirve Xavier Sust como crítica a esas "visitas a lo superfluo".
Para concluir, ya que esto se trata de, además de reflexionar sobre lo que la Guía Michelín comenta, de ofrecer unos criterios para elaborar una guía turística, voy a decir que uno de los que yo más tendría en cuenta serían las diferencias compositivas, simbólicas y por qué no, estéticas, de las obras arquitectónicas con las de su alrededor (tanto temporal como espacialmente hablando).Un claro ejemplo de esto es "La torre Einstein" de Mendelsohn, diseñada desde el más puro deseo de creatividad e innovación.

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