martes, 11 de enero de 2011
DOGVILLE
Sin duda es una película muy irónica; a pesar de la historia y del trasfondo sensorial, los valores y el valor sentimental que tiene; la escenografía de la película recuerda al del teatro. Con rudimentarias maneras aunque a propósito se decora un escenario de una manera extraordinaria. Los personajes se integran totalmente en el entorno; y parece recordar a un pueblo totalmente normal. Con dibujos, trazas de tizas y otros objetos comunes en el lugar logran crear habitaciones, senderos y caminos.
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