En cuanto al traje hay que destacar que a partir de un edredón se obtienen todas las partes que conformarán la parte central del traje. Al edredón se le saca el máximo partido posible, aprovechando los remates de los bordes como bordes finales del traje, y desperdiciando el mínimo posible, por lo que el traje además de práctico es sostenible y reciclado. Para los recortes de la capa y la capucha “de samurái”, se utiliza una cortina de ducha que le aporta el aspecto impermeabilizante, e igualmente el patronaje está hecho para aprovechar al máximo su superficie. A este prototipo final del traje se le podrían realizar numerosos arreglos o adiciones que acomoden su uso. Por ejemplo, sería de bastante utilidad un mecanismo con cordeles o elásticos que permitiera la recogida de la banqueta en la espalda con mayor facilidad, sin tener que agacharse y lo más rápido posible. También favorecería mucho tener la repisa donde se apoya el usuario para dibujar anclada en el pecho de forma que únicamente fuera necesario descolgarla de la parte superior y que quedara fija y estable. Otra de las partes que pueden mejorarse, para llegar ya a la perfección, es la capucha impermeable, en un inicio, la idea de esta capucha era que estuviera fabricada con varillas de alambre flexible de las que forman las tiendas de campaña de Quechua desplegables, y así ésta podría venir plegada al cuello, incomodando en movimiento lo menos posible, y cuando fuera necesario su uso, el único movimiento a realizar sería simple y rápido, y la capucha se desplegaría en un momento provocando la misma sorpresa que se crea con el despliegue de la banqueta. Es un traje lleno de sorpresas.
en tu comentario hablas de la importancia de que los materiales que has usado sean reciclados , sin embargo si no hubiera leído tu comentario no podría saberlo a partir de los formatos. piensalo!!
Muchas gracias por el consejo Casilda! lo modificaré como pueda y lo suviré otra vez al blog, lastima no haberlo leido antes para haberlo podido entregar el jueves pasado.
En cuanto al traje hay que destacar que a partir de un edredón se obtienen todas las partes que conformarán la parte central del traje. Al edredón se le saca el máximo partido posible, aprovechando los remates de los bordes como bordes finales del traje, y desperdiciando el mínimo posible, por lo que el traje además de práctico es sostenible y reciclado. Para los recortes de la capa y la capucha “de samurái”, se utiliza una cortina de ducha que le aporta el aspecto impermeabilizante, e igualmente el patronaje está hecho para aprovechar al máximo su superficie. A este prototipo final del traje se le podrían realizar numerosos arreglos o adiciones que acomoden su uso. Por ejemplo, sería de bastante utilidad un mecanismo con cordeles o elásticos que permitiera la recogida de la banqueta en la espalda con mayor facilidad, sin tener que agacharse y lo más rápido posible.
ResponderEliminarTambién favorecería mucho tener la repisa donde se apoya el usuario para dibujar anclada en el pecho de forma que únicamente fuera necesario descolgarla de la parte superior y que quedara fija y estable.
Otra de las partes que pueden mejorarse, para llegar ya a la perfección, es la capucha impermeable, en un inicio, la idea de esta capucha era que estuviera fabricada con varillas de alambre flexible de las que forman las tiendas de campaña de Quechua desplegables, y así ésta podría venir plegada al cuello, incomodando en movimiento lo menos posible, y cuando fuera necesario su uso, el único movimiento a realizar sería simple y rápido, y la capucha se desplegaría en un momento provocando la misma sorpresa que se crea con el despliegue de la banqueta. Es un traje lleno de sorpresas.
en tu comentario hablas de la importancia de que los materiales que has usado sean reciclados , sin embargo si no hubiera leído tu comentario no podría saberlo a partir de los formatos. piensalo!!
ResponderEliminarpor cierto, soy Casilda, que olvide firmar
ResponderEliminarMuchas gracias por el consejo Casilda! lo modificaré como pueda y lo suviré otra vez al blog, lastima no haberlo leido antes para haberlo podido entregar el jueves pasado.
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