jueves, 27 de enero de 2011

Pedro Montero Cotán

Hace unos días nuestro profesor Antonio Saseta nos dijo que solo con estar presentes en algún sitio ya lo distorisionabamos. Y creabamos una relación entre el medio y nosotros mismos.
Una de las condiciones del traje era distorisionar la realidad, crear una relación con el exterior, de la misma manera que nosotros.
Esto se ve muy bien en la pelicula "La vida es bella" o " Que bello es vivir", una de las dos, que las confundo. Se ve cuando un angel le dice al protagonista que va a ver como sería la vida si él no hubiera nacido. Y la vida de la gente cambia, no porque fuera un señor especial, sino porque solo con estar en un sitio ya lo estamos cambiando, nos relacionamos con él.
De la misma manera que con nuestra manera de vestir, de hablar, de gesticular...mandamos mensajes y terminamos por conocernos sin decir siquiera nuestro nombre.

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