jueves, 27 de enero de 2011

Reflexión final

Ha llegado la hora de hacer un balance y valoración final de
esta asignatura. Proyectos 1 no ha sido como los alumnos de
otros cursos nos habían insinuado casi en ningún sentido; Os
estresaréis con las maquetas, os la harán repetir hasta la
saciedad y las memorias son insufribles.
Cuando llegamos esperando esto, nos encontramos desorientados
frente a los trabajos; ¿fotografiar la calle? ¿Qué pasa con la
pared el suelo y el techo? ¿Pero qué inventario hay que hacer?
Prácticamente íbamos dando palos de ciego, en las correcciones
valoraban los profesores trabajos y realmente no entendíamos muy
bien porqué uno estaba tan bien y el otro fatal. Para mí el
punto de inflexión del curso fue en la segunda actividad fugaz
que hicimos en clase (hacer una estructura con una partitura de
John Cage), donde Eva comentó en voz alta para los demás
profesores “si es que no se enteran”. A partir d esto
reaccioné: ¿de qué no nos enteramos? ¿Qué hay que entender? ¿Qué
no vemos? Miré el blog, reflexioné sobre sus correcciones, y,
entonces, en plena lectura del libro que expuse, Cartas a un
joven poeta, lo entendí. Para llegar a ser un buen arquitecto,
tenemos que ser artistas.
Entender lo que nos rodea, ser consecuentes con nuestro trabajo
y no hacer cosas “porque sí”. Esta asignatura se refería a esto
todo el tiempo, y yo sin darme cuenta hasta entonces. Pero bien
es cierto que los profesores nos habían mareado bastante (no
entendíamos que nos decían realmente). Menos mal que Miriam nos
ha podido aclarar bastante con sus explicaciones más directas.
En conclusión, no me importa ahora mismo qué nos depara
Proyectos 2, todavía no soy alumna de ello, lo soy de Proyectos
1, en la cual estoy centrada y aprendiendo continuamente. Porque
siempre se puede avanzar más, comprender todo de nuevo bajo
otros puntos de vista y ser mejor artista, ya que para esto no
hay un final determinado.

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