Reflexión a modo de resumen
Aquí finaliza Proyectos 1, con la realización de un traje, de nuestro primer proyecto arquitectónico, de nuestra primera casa, ya que este trabajo no es simplemente un atuendo, es un equipo a nuestra medida y que tiene como fin solucionar problemas y estimular la relación entre las personas, de ahí a que el último día se nos pidiese que interactuásemos. Esta vez, como ha ocurrido a lo largo del cuatrimestre se nos pide algo que a priori no relacionamos con arquitectura, pero que tras una pequeña reflexión, otras veces más intensa, debemos “descifrar” para entender el motivo del trabajo. Y en esa reflexión es donde creo yo que está la esencia del curso.
Para explicar un poco más el párrafo de introducción comenzaré tratando los safaris:
En un primer momento entendimos que debíamos salir y hacer fotos “bonitas”, era la primera semana, no entendimos nada. Tras las primeras correcciones e instrucciones me di cuenta de que lo que debía hacer era “ver” la ciudad, los paisajes, mi entorno, analizarlo, fijarme de verdad, descubrir lo que me rodeaba. Ello me llevaría a reflexionar de nuevo (lo que ha sido una constante durante el curso) y así asimilar la ley de mi alrededor. Una vez estudiada la ciudad era hora de reducir el espacio, de observar lo doméstico, tarea que entrañaba una mayor dificultad, ya que paradójicamente los lugares más frecuentados por nosotros son en los que menos pensamos que podemos encontrar cosas susceptibles de ser estudiadas.
Tras únicamente observar llegó la hora de imaginar, de idear una historia de objetos, un espacio de la música y una representación del movimiento, momento en que llegó Marga Iñiguez para tratar el aspecto de la creatividad y su tarea de las texturas.
Todo remaba en una misma dirección: fomentar la creatividad, hacernos perder el miedo a inventar, a pensar, a viajar por nuestra mente.
Una vez terminado todos los trabajos previos, tocaba demostrar lo aprendido,crear el traje con el que comencé esta reflexión y con el que terminamos el curso más complejo que he tenido hasta ahora, más desconcertante en ocasiones, y por tanto más gratificante en otras: cuando piensas que lo has entendido, cuando realizas un trabajo del que quedas satisfecho, pero sobre todo cuando crees entender como es ese entorno que te rodea, el que debíamos y debemos observar.
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