martes, 26 de octubre de 2010

Reflexión semanal:

En la última clase de Proyectos discutimos el que sería el penúltimo trabajo "Safari" del curso. La relación de éste con la exposición que vimos la semana anterior (la de Juan Suárez) apenas fue seguida por los alumnos. Sin embargo, este trabajo fue el más alternativo de todos, y en concreto la exposición que hizo María Glez Pinilla llamó mi atención. Ella trazó unos bocetos y unos símbolos que a ojos objetivos carecían de significado, pero aplicó un concepto filosófico que la ayudó a plantear su trabajo como visiones ficticias que van más allá de la mera realidad. Es decir, ella proponía formas indecisas que con imaginación resultaban ser objetos reales. Tal es así que recordé un estudio de una universidad inglesa que explicó que los seres humanos somos capaces de interpretar algo con muy poca información, y para demostrar esto propusieron el siguiente texto en el que las letras de cada palabra (a excepción de la primera y la última) se habían cambiado de lugar, de manera que carecían de cualquier significado. Pero demostraron que cada uno de no0sotros no tendríamos problema algún en descifrar lo que aquel texto quería decir, porque nuestro subconsciente ayudaba a nuestra mente a captar indicios que claramente eran conformados en nuestra cabeza. Éste era el resultado:

"Sgeun un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears etsan ersciats, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera esten ecsritas en la psiocion cocrrtea. El rsteo peuden estar ttaolmntee mal y aun así pordas lerelo sin pobrleams. .
Pesornamelnte me preace icrneilbe...".

No hay comentarios:

Publicar un comentario