Lo que yo capté fueron dos cosas: la primera, la capacidad de idear ante situaciones tanto de necesidad, como de creación de algo bello, que no contraste, y que de un paisaje agradable. Esto es algo que va condicionando tu idea inicial, tu pequeño sueño, pero se puede mirar de otro modo, tu simplemente tienes que ir adaptándote usando tu ingenio y a lo mejor no llegas a lo que hubieras deseado, pero sí que has dado muestra de tu capacidad de improvisación y de solución de problemas (algo que también se apreció en la visita de estos arquitectos que hicieron un tunelcillo portátil con mucha cinta americana, barrotes y una tela impermeable). Aquí establezco una gran relación con la elaboración del traje, una relación que me la veía venir porque sabía que contratiempos a miles íbamos a tener todos. Solucionar contratiempos debe ser una de las facetas de un arquitecto, o eso creo yo, pobre ingenuo.
La otra cosa que aprecié, es la intención de motivarnos a todos, ya que eso es lo que necesitamos para, en medio de la tormenta que es esta carrera, llena de cosas que hacer y cosas que pensar, meternos en este concurso que puede enseñarnos mucho si le echamos ganas.
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